martes, 4 de agosto de 2009

Atlántico

Atlántico norte que me has besado.
Despacio.
Es la hora de la pesca y los salmones huelen
a labios y más labios.
Deja que me rodee de tu cuerpo salado.
Y despacio .
Un inmenso cuerpo como debería haber sido
- sin apreciar su fin-
el de mi amado.

-L.G

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